Las empresas que analizan las causas de su absentismo y diseñan planes de acción “ad hoc” pueden reducirlo, como mínimo, un 10%.

El absentismo repercute directamente sobre la cuenta de resultados de la empresa, costes directos (prestación del 4º-15º día (ITcc), cotización y complemento salarial) e indirectos (reducción de la mano de obra, incremento de los costes laborales, pérdida de productividad y de competitividad).

Factores como: la propia organización de los departamentos, una carga de trabajo elevada, la falta de recursos y competencias para conseguir los objetivos, una comunicación interna no eficiente o responsabilidades no definidas, entre otros, son causa directa de estrés y absentismo. 

Según la OMS “la riqueza de las empresas depende de la salud de sus trabajadores”, por tanto, las intervenciones dirigidas a mejorar la eficacia organizacional, cuidando la calidad de vida laboral y la salud de los equipos de trabajo, reduce su incidencia.

El análisis de las causas reales del absentismo en la empresa es el primer paso para el desarrollo de acciones dirigidas a minimizar su impacto. Las empresas que estudian las causas y diseñan planes de acción “ad hoc” pueden reducir su absentismo como mínimo un 10%.

 

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